El síndrome de Burnout es una respuesta al estrés laboral crónico, caracterizada por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la realización personal. Este síndrome es especialmente prevalente en profesionales de salud que trabajan en contacto directo con pacientes, ocasionado por la presión laboral, las demandas de las instituciones de salud como de los pacientes.
El síndrome de burnout en el personal de enfermería durante la pandemia de COVID-19 aumento notablemente para mitigar este fenómeno a medida que los profesionales de la salud enfrentan una de las crisis sanitarias más graves de la historia reciente, se ha observado un aumento significativo en la prevalencia del burnout, que se manifiesta en síntomas como despersonalización, agotamiento emocional y estrés.
Las emociones son reacciones producto de estímulos externos o internos de las personas, son interpretados a través de los sentimientos y pensamientos. El presente artículo tiene como propósito Analizar las experiencias emocionales de enfermería en la práctica asistencial a través del cuidado humano.
La inteligencia emocional es un tema que no se ha abordado lo suficiente en medicina, la ciencia nos muestra que no es un tema de moda sino todo lo contrario es un conjunto de habilidades relacionadas entre sí que implican la capacidad de controlarse uno mismo, y que tienen que ver con la capacidad de percibir con precisión, así como valorar y expresar emociones de uno mismo y generar sentimientos que faciliten el pensamiento y la comprensión de las emociones de los demás.
Hay una relación entre Inteligencia Emocional y Afrontamiento al Estrés: Se encontró una correlación positiva significativa entre la inteligencia emocional y las estrategias de afrontamiento al estrés, lo que sugiere que una mayor inteligencia emocional puede facilitar un mejor manejo del estrés en el personal de salud. «Las estrategias de afrontamiento que mostraron mayores puntuaciones fueron la planificación, la reinterpretación positiva y el crecimiento, así como el afrontamiento religioso.
En el ámbito de las profesiones sanitarias, la incidencia del estrés es grave porque no solo afecta al profesional que lo padece, sino también al enfermo que depende de sus cuidados.